Los créditos pueden ser complicados. Cuando los solicitamos, siempre pensamos que no tendremos problemas para pagarlos. Sin embargo, la vida puede sorprendernos. A veces, la pérdida repentina de un empleo o un empeoramiento en la situación empresarial puede hacer que las cuotas mensuales se vuelvan abrumadoras. En ocasiones, las personas intentan resolver este tipo de dificultades solicitando más créditos o pidiendo dinero prestado a amigos y familiares. Sin embargo, esto solo mejora su situación temporalmente. Proporciona capital para pagar algunas cuotas. A veces es suficiente para encontrar un nuevo trabajo o conseguir nuevos contratos comerciales. Pero si eso no funciona, el problema se vuelve aún mayor porque los nuevos créditos nos generan más cuotas mensuales.
En esta situación, un crédito de consolidación puede ser útil.
¿Cómo funciona un crédito de consolidación?
En términos simples, es una forma de agrupar todas nuestras deudas actuales en una sola, para pagarlas solo a un banco. El objetivo principal de este tipo de créditos es reducir las obligaciones mensuales. Por ejemplo, si tenemos un crédito de 1000 zł para un automóvil, una cuota de 500 zł por una nevera, un crédito al consumo de 300 zł y otros 700 zł de otro, en total debemos pagar 2500 zł. Si agrupáramos todas estas obligaciones en un solo crédito de consolidación, podríamos reducir esas cargas incluso a 1000 zł al mes.
En muchos casos, esta es una excelente manera de mejorar nuestra situación financiera. Sin embargo, hay que recordar que la consolidación de créditos también implica prolongar su plazo de pago. Como resultado, pagaremos más intereses en total. Es un intercambio.
Fernando García
