Los modelos de gestión tradicionales no siempre son suficientes para hacer frente a los desafíos que trae consigo el mundo contemporáneo. En este contexto, surge el concepto de gestión turquesa, que tiene como objetivo transformar la forma en que las organizaciones son dirigidas y funcionan. Si quieres saber más sobre este tipo de gestión, te invitamos a seguir leyendo.
¿Qué es la evolución de la gestión en el siglo XXI?
Con la llegada del siglo XXI, el mundo experimentó cambios drásticos en áreas como la tecnología, la globalización y la cultura. Los modelos de gestión tradicionales basados en la jerarquía y la autoridad se vuelven cada vez menos flexibles y adaptados a los desafíos actuales. En este contexto, surge la necesidad de un nuevo enfoque que tenga en cuenta la complejidad de las organizaciones modernas. La gestión turquesa surge de este contexto, presentando una filosofía alternativa que se centra en la colaboración, la empatía y la búsqueda de objetivos sociales.
¿Cuál es la importancia de la gestión turquesa?
La gestión turquesa es un enfoque que postula que las organizaciones pueden operar bajo principios de mayor democracia, confianza y transparencia. A diferencia de los modelos tradicionales, que se centran en el poder y el control, la gestión turquesa apuesta por la descentralización del poder y la distribución de decisiones.
En este modelo, los empleados son vistos como co-creadores de valor para la organización, no solo como ejecutores de órdenes. Un elemento importante es también el equilibrio entre el logro de objetivos comerciales y el cuidado del bienestar social y el medio ambiente.
¿Cuáles son las características principales de la gestión turquesa?
La gestión turquesa se basa en varias características clave que la diferencian de los modelos tradicionales. En primer lugar, se centra en la autenticidad y la autorización, permitiendo que las personas expresen sus habilidades y valores individuales. Se basa en la apertura y la honestidad en la comunicación, lo que contribuye al aumento de la confianza dentro de la organización. La introducción de estructuras jerárquicas planas y la promoción de la autoorganización y la colaboración son otros aspectos de este enfoque que permiten una mejor utilización del potencial del equipo.
¿Cuáles son los desafíos y las perspectivas para el futuro de la gestión turquesa?
A pesar de que la gestión turquesa tiene muchas ventajas, también enfrenta desafíos. La transición de los modelos tradicionales a este nuevo enfoque puede ser difícil y requerir transformaciones culturales profundas. Existe la necesidad de desarrollar nuevas métricas de éxito que tengan en cuenta no solo los indicadores financieros, sino también los sociales y ambientales. Sin embargo, la gestión turquesa ofrece la esperanza de crear una forma más equilibrada y humana de hacer negocios y de organizar las organizaciones sociales.
Conclusión
La gestión turquesa es un enfoque valiente que busca un equilibrio entre la eficiencia y la ética, entre la obtención de beneficios y el cuidado del bien común. Su característica clave es salirse de los modelos tradicionales de gestión y prestar atención a la autenticidad, la colaboración y la confianza. Aunque la implementación de este modelo puede ser un desafío, promete transformar la forma en que funcionan las organizaciones y contribuir a una mejor convivencia social, económica y ambiental. En el mundo dinámico del siglo XXI, la gestión turquesa dirige nuestra atención hacia formas innovadoras y humanas de organizar las actividades económicas y sociales.
Fernando García